Traducido del sánscrito al chino por Sanghavarman (252 e.c). Re-traducido al
inglés por Upasika Chihman (Miss P. C. Lee).
El Buda (Sakyamuni) se dirigió de esta manera al bendito Ananda. Hace un inconcebible número de kalpas, surgió en el mundo un Buda, Lokesvararadjna (Rey del Mundo que existe libremente) como nombre (y con los títulos siguientes), Tathagata, o aquel que viene de la “tal-cual idad”142. Ahran, o quien merece ser adorado por los devas y los hombres. Samsaksambudha, o quien tiene el correcto conocimiento universal. Vidyacaranasampanah, o quien tiene el conocimiento perfecto de todo poder supra normal. Sagata o el auriga que posee toda la sabiduría y lleva a cabo la Verdad Óctuple, entrando de esta manera al Nirvana. Lokavit, o aquel que conoce al mundo. Anutarah, o aquel que es el más alto, sin nadie superior a él. Purusadamyasathin, o el Gran Domador de Hombres. Sasta, o el Maestro de los hombres y los devas. Buda, o el iluminado.
Lokajyesthah, o el Honrado por el Mundo. En la misma época del Buda Lokessvararadjna, hubo un rey que poseía los talentos superiores, la sabiduría y el coraje, y sobresalía entre todas las personas del mundo por su personalidad. Este despertó su corazón con la más grande aspiración para buscar la verdad, y estuvo arrobado por el gozo al escuchar la prédica del el Buda sobre Ley. A continuación, renunció a su trono y se volvió un monje (samea) de nombre Dharmakara y fue a donde estaba ese Buda y le obedeció. También loó a ese Buda recitando estos himnos: (El siguiente aparte de los himnos se han omitido acá). Después de esto, el Buda Lokesvararadjna, después de haberle predicado, le reveló las excelencias y las buenas cualidades de las propiedades y de la virtud del carácter de los devas y de los hombres, en varios grados, de un sistema de doscientos diez millones de tierras del Buda (Se omiten los detalles acá). Luego, el Bikkhu Dharmakara dedicó sus pensamientos a esas enseñanzas durante un período de cinco kalpas, además, fue a rendirle homenaje a ese Buda e hizo cuarenta y ocho votos para la realización de su potencial tierra, y agregó: Que el Honrado por el Mundo me escuche así, con respecto a mis votos, en cuanto a cómo, después de que haya logrado la budeidad, se realice mi propia tierra del Buda, de la siguiente manera:
1.Si me convierto en un Buda, y si en esas tierras del Buda mías debieran existir bien fueran los infiernos, o el estado animal de la existencia, o el reino de los fantasmas hambrientos, entonces que no logre la iluminación.
2. Si me convierto en un Buda, y si en esas tierras del Buda mías los seres que nacieran allí pudieran descender (al morir) en los tres reinos perversos, entonces que no logre la iluminación.
3. Si me convierto en un Buda, y si en esas tierras del Buda mías los seres que nacieran allí no fueran de genuino color dorado, entonces que no logre la iluminación.
4. Si me convierto en un Buda, y si en esas tierras del Buda mías, los seres que nacieran allí no fueran todos de una misma semblanza, sin diferencia alguna de la apariencia noble o si tuvieran facciones desagradables, entonces que no logre la iluminación.
5. Si me convierto en un Buda, y si en esas tierras del Buda mías, los seres que nacieran allí no poseyeran el conocimiento supra normal de recordar las existencias propias (Purvanivasanu, es decir, conocimiento de todas sus reencarnaciones), y el conocimiento de la evolución durante cientos de miles de nayutas de kalpas, entonces que no logre la iluminación.
6. Si me convierto en un Buda, y si en esas tierras del Buda mías, los seres que nacieran allí no poseyeran todos el Ojo-Divino (Divyatchakchus) que puede ver cien mil nayutas de Tierras del Buda, entonces que no logre la iluminación.
7. Si me convierto en un Buda, y si en esas tierras del Buda mías, los seres que nacieran allí no poseyeran todos el Oído-Divino (Divyassrotra) que es capaz de escuchar las prédicas de cien mil kotis de nayutas de Budas, y si no son capaces de una leal observancia, entonces que no logre la iluminación.
8. Si me convierto en un Buda, y si en esas tierras del Buda mías, y si los seres que nacieran allí no poseyeran la mente-Intuitiva (Paratchittadjna) que conoce los pensamientos de todos los seres de cien mil kotis de nayutas de tierras del Buda,entonces que no logre la iluminación.
9. Si me convierto en un Buda, y si en esas tierras del Buda mías, y si los todos seres que nacieran allí no poseyeran el Paso Celestial (Riddisackchatkriya) con el que se puede viajar más de cien mil kotis de nayutas de tierras del Buda, en el instante más corto de un pensamiento, entonces que no logre la iluminación.
10. Si me convierto en un Buda, y si los seres de esa tierra mía, suscitaran en sus mentes la idea de egoísmo y los pensamientos codiciosos, así solo fuera con respecto a sus propios cuerpos, entonces que no logre la iluminación.
11. Si me convierto en un Buda, y si no todos los todos seres de esa tierra mía no permanecieran de manera firme en un estado concentrado de meditación y ecuanimidad (samadhi) hasta que hayan alcanzado el Nirvana, entonces que no logre la iluminación.
12. Si me convierto en un Buda, y si mi luz fuera a ser limitada en medida, de tal manera que no pudiera iluminar cien mil kotis de nayutas de tierras del Buda, entonces que no logre la iluminación.
13. Si me convierto en un Buda, y si la medida de mi vida fuera a ser limitada, incluso si fuera de cien mil kotis de nayutas kalpas, entonces que no logre la iluminación.
14. Si me convierto en un Buda, y si algún ser pudiera contar los innumerables discípulos míos en esa tierra mía, e incluso si todos los seres de esos tres millones de mundos y la totalidad del Chiliocosmos múltiple, quienes después de haberse convertido en Pratyeka-Budas, contaran y continuaran haciéndolo por un período de cien mil nayutas de kotis de kalpas, y pudieran conocer la totalidad, entonces que no logre la iluminación.
15. Si me convierto en un Buda, la vida de los seres en tal tierra mía deberá ser eterna, exceptuando cuando, por voluntad propia, quieran fallecer, de otro modo, que no logre la iluminación.
16. Si me convierto en un Buda, no habrá existencia mala ni pecaminosa en esa tierra mía, incluso el mismo nombre de tal existencia será desconocido. De otro modo, que no logre la iluminación.
17. Si me convierto en un Buda, y si los innumerables Budas de los mundos de las diez direcciones no glorifican mi nombre, entonces que no logre la iluminación.
18. Si me convierto en un Buda, y si los seres de las diez direcciones después de que hayan escuchado mi nombre, y hayan despertado de esa manera la fe más alta en el renacimiento en esa tierra mía, han recordado ese pensamiento si siquiera diez veces, entonces estarán destinados a nacer allí, con la excepción de aquellos que han cometido las cinco faltas mortales (Anantarya), y quienes han blasfemado la Ley ortodoxa (Dharma). Si no es así, entonces que no logre la iluminación.
19. Si me convierto en un Buda, si los seres de las diez direcciones que hayan dirigido sus pensamientos hacia Bodhi y hayan cultivado su depósito de variados méritos con un ferviente anhelo por el renacimiento en esa tierra mía, en el momento de su muerte, yo no apareciera ante ellos con una asamblea, a manera de séquito, entonces que no logre la iluminación.
20. Si me convierto en un Buda, si los seres de las diez direcciones, después de que hayan escuchado mi nombre y hayan estado siempre anhelando esa tierra mía y cultivando variados méritos esenciales para el propósito de realizar su deseo sincero de nacer en mi tierra, fallaran el cumplimiento de tal propósito, entonces que no logre la iluminación.
21. Si me convierto en un Buda, si los seres de esa tierra mía no están dotados todos con los cuerpos gloriosos perfeccionados con los treinta y dos atributos (Laksanani) de un gran ser, entonces que no logre la iluminación.
22. Si me convierto en un Buda, los Bodhisattvas que llegarán a nacer en esa tierra mía estarán comprometidos a ese único nacimiento, para luego convertirse en un Buda-electo (Ekajatipratibuddhas), con la excepción de aquellos que de acuerdo con su libre voluntad permanecieran en el estado de Bodhisattvas en aras de la liberación de los variados seres, vistiendo la armadura de los votos para poder viajar a todos los mundos, cumpliendo con sus deberes de Bodhisattvas y acumulando sus depósitos de méritos, quienes deseen servir a los Budas de las diez direcciones, y convertir a la variados seres que en número son como los granos de arena del Rio Ganges, para llevarlos hasta el conocimiento perfecto más elevado, cuyas actividades han superado el estado de seres comunes, y quienes quieren practicar la virtud universal de Samantabhadra, de otro modo que no logre la iluminación.
23. Si me convierto en un Buda, si aquellos Bodhisattvas de esa tierra mía, a través de la gracia del Buda, no son capaces de servir a todos los Budas a través de incontables nayutas de mundos del Buda dentro de un momento tan corto como la hora del refrigerio, entonces que no logre la iluminación.
24. Si me convierto en un Buda, si aquellos Bodhisattvas de esa tierra mía desearan su depósito de méritos para producir algún dispositivo y utilizarlo ante los Budas, y tales cosas no aparecen ante ellos para su satisfacerlos, entonces que no logre la iluminación.
25. Si me convierto en un Buda, si aquellos Bodhisattvas de esa tierra mía, a través de la gracia del Buda, no fueran capaces de consumar la predica la Ley de la Sabiduría, entonces que no logre la iluminación.
26. Si me convierto en un Buda, si aquellos Bodhisattvas de esa tierra mía, no poseen, todos, un cuerpo dorado tan fuerte como el diamante de Narayana, entonces que no logre la iluminación.
27. Si me convierto en un Buda, los seres celestiales y los variados bienes producidos en esa tierra mía deberán ser todos de suprema belleza y en cantidades ilimitadas, además de tener una infinidad de variadas formas. Si cualquier ser de los que allí estuviesen, que siquiera poseyera el divino-ojo pudiera percibir los nombres y la cantidad de tales bellezas, entonces que no logre la iluminación.
28. Si me convierto en un Buda, si cualquier Bodhisattva de esa tierra mía que poseyera el mínimo depósito de mérito, no pudiera percibir la ilimitada belleza Narayana, deslumbrante de los árboles-bodhi de mi santuario, cuya altura será de al menos cuatro millones de millas, entonces que no logre la iluminación.
29. Si me convierto en un Buda y si los todos Bodhisattvas de esa tierra mía no poseyeran la sabiduría de la oratoria elocuente, después de haber leído, recitado y observado el Dharma de los sutras, entonces que no logre la iluminación.
30. Si me convierto en un Buda, si los todos Bodhisattvas de esa tierra mía poseyeran la sabiduría de la oratoria elocuente con alguna limitación, entonces que no logre la iluminación.
31. Cuando haya obtenido la Budeidad, si esa tierra mía no fuese tan límpida y brillante como para reflejar las miniaturas de las innumerables, inconcebibles e ilimitadas tierras del Buda de las diez direcciones en la misma forma en la que el rostro de uno se refleja en un espejo brillante, entonces que no logre la iluminación.
32. Después de que haya obtenido la Budeidad, en esa tierra mía deberá haber magníficos palacios elevándose desde el piso hasta el vacío, también lagos, arroyos serpenteantes, árboles cargados de flores, y todos los otros bienes que estarán compuestos de variadas joyas y miles de tipos de perfumes, minuciosamente decoradas en el estado más maravilloso, que sobrepase todos los mundos celestes humanos. La esencia de los perfumes deberá permear los mundos de las diez direcciones, los Bodhisattvas de allí, a causa de haber percibido tales aromas, dirigirán sus mentes a Bodhi; si es de otro modo, entonces que no logre la iluminación.
33. Cuando haya obtenido la Budeidad, cualquier ser de las ilimitadas e inconcebibles tierras del Buda de las diez direcciones, cuyo cuerpo haya sido tocado por los rayos de mi esplendor no podrá hacer que su cuerpo y su mente estén más calmados y apacibles; tal estado que es muchísimo más sublime que el de los dioses y los hombres. Si ello no es sí, entonces que no logre la iluminación.
34. Cuando haya obtenido la Budeidad, si los seres de los ilimitados e inconcebibles mundos del Buda no alcanzan la “Perseverancia de la Vida Nirvánica” (Atajah sarvadharmah) del Bodhisattva, y el conocimiento profundo de “Adharanamudro” (¿o Dharani?) después de haber escuchado mi nombre, entonces que no logre la iluminación.
35. Cuando haya obtenido la Budeidad, las mujeres de los ilimitados e inconcebibles mundos del Buda de las diez direcciones, después de haber escuchado mi nombre, y, por ello, despertado en la fe y en la jubilosa aspiración, si dirigen sus mentes hacia Bodhi, y por esto sienten aversión por sus propias vidas femeninas, si cuando nazcan de nuevo, en su próxima vida no reencarnan en un cuerpo masculino, entonces que no logre la iluminación.
36. Cuando haya obtenido la Budeidad, los Bodhisattvas de ilimitados e inconcebibles mundos del Buda de las diez direcciones que hayan escuchado mi nombre, después de su muerte (en su próxima vida), todavía continuarán su deber de Bodhisattvas hasta que hayan obtenido la Budeidad, de otra manera que no logre la iluminación.
37. Cuando haya obtenido la Budeidad, los seres celestiales de los ilimitados e inconcebibles mundos del Buda de las diez direcciones que hayan escuchado mi nombre, si no me adorasen postrándose con reverencia, y con alegría y fe no realizaran su deber de Bodhisattvas, y no fueran honrados por los dioses y los hombres, entonces que no logre la iluminación.
38. Cuando haya obtenido la Budeidad, si los seres celestiales de esa tierra mía desearan un vestuario, entonces serán capaces de percibirse, con la rapidez de un pensamiento, cubiertos con vestuario producido mediante aparición, excelente para su satisfacción, merecedor de ser loados por el Buda, sin necesidad del trabajo de la costura, lavado, teñido, ni nada semejante; de otro modo que no logre la iluminación.
39. Cuando haya obtenido la Budeidad, si los seres celestiales de esa tierra mía no están disfrutando de una felicidad tan grande como la de los sagrados bhikkhus (Asravakchava, la terminación de la corriente de las pasiones), entonces que no logre la iluminación.
40. Cuando haya obtenido la Budeidad, si los seres celestiales de esa tierra mía quieren ver los ilimitados, sagrados y puros mundos del Buda de las diez direcciones, los podrán ver inmediatamente, desde las tres joyas, de la misma manera en la que en la que el rostro de uno se refleja en un espejo magníficamente pulido y brillante, de otro modo entonces que no logre la iluminación.
41. Cuando haya obtenido la Budeidad, si los Bodhisattvas de otros mundos, después de haber escuchado mi nombre, sufrieran de alguna disminución en sus poderes funcionales y si, antes de alcanzar su Budeidad, no estuviesen dotados de órganos de los sentidos completos, , entonces que no logre la iluminación.
42. Cuando haya obtenido la Budeidad, si los Bodhisattvas de otras tierras del Buda, que hayan escuchado mi nombre, no alcanzaran todos el Samadhi puro de la emancipación (Suvibhaktavati), desde el que pudieran servir un número incontable e inconcebible de Budas, Tathagatas, en el instante de un pensamiento; y, en cambio, ese Samadhi de ellos debiera finalizar, entonces que no logre la iluminación.
43. Cuando haya obtenido la Budeidad, que cualquier Bodhisattva de otras tierras, que haya escuchado mi nombre, se encarne como miembro de una familia noble (si así lo desea) cuando fallezca, si no es así entonces que no logre la iluminación.
44. Cuando haya obtenido la Budeidad, los Bodhisattvas de otras tierras, que hayan escuchado mi nombre, obtendrán una combinación de virtudes completas y realizarán su deber de Bodhisattvas con alegría, si no es así entonces que no logre la iluminación.
45. Cuando haya obtenido la Budeidad, los Bodhisattvas de otras tierras, que hayan escuchado mi nombre, todos obtendrán el “Samantanutaga” (el Samadhi completo e igual en un estado fijo de meditación); a través de tal Samadhi verán constantemente innumerables e inconcebibles Budas, hasta que hayan obtenido la Budeidad, de otra manera, que no logre la iluminación.
46. Cuando haya obtenido la Budeidad, los Bodhisattvas de esa tierra mía serán capaces de escuchar las prédicas del Dharma siempre que lo deseen (las voces de la enseñanza se presentarán naturalmente a sus oídos), de otra manera me abstendré de lograr la iluminación.
47. Cuando haya obtenido la Budeidad, si los Bodhisattvas de otras tierras, después de haber escuchado mi nombre, no alcanzan de manera inmediata el estado de Avaivartika (es decir, no retroceder desde Bodhi), entonces me abstendré de lograr la iluminación.
48. Cuando haya obtenido la Budeidad, si los Bodhisattvas de otras tierras, después de haber escuchado mi nombre, de manera inmediata no alcanzan el primero, el segundo y el tercer grado de perseverancia en el Dharma, o retrocedieran de La Ley de los Budas, entonces me abstendré de lograr la iluminación. Y, además, ¡Oh Ananda! (esto le dirigió el Budha Sakyamuni) cuando ese Bhikkhu Dharmakara hubo expresado tales plegarias, también pronunció los siguientes versos (acá omitimos del primero al decimoprimero). “Duodécimo, ¡Oh Bhagavat, (esto estuvo dirigido al Tathagata Lokesvaradja),si estos votos míos se pueden realizar en el futuro, que este gran chiliocosmos de miles de mundos tiemble, que una lluvia de maravillosas flores-joyas desciendan desde los dioses en este vacío cósmico.”
Luego, también ¡Oh Ananda! Cuando tal Bhikku Dharmakara hubo concluido su recitación de tan exaltadas plegarias, inmediatamente, la esfera tembló de manera completa de seis maneras, y maravillosas flores llovieron graciosamente desde el cielo, también hubo música celestial con elogio: “Tienes la seguridad de obtener el insuperable, el más alto, y el perfecto, conocimiento de tu realización.” Luego, el bendito Ananda le preguntó al Buda: ¿Ese Bhikkhu Dharmakara ahora se convertido en Buda o todavía no? El Buda (Sakyamuni) le respondió a Ananda: El Bodhisattva Dharmakara ya se ha convertido en un Buda; y en la parte occidental, que está desde aquí a más de cien mil kotis de mundos del Buda, está situada esta tierra del Buda, y se le llama “El Mundo de Paz y Felicidad.”
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