En el estado de Bardo (el estado de existencia entre dos vidas o el período entre la muerte y el renacimiento), uno tiene una conciencia muy aguda que lo hace particularmente receptivo a la ayuda de la familia. Dado que una persona en tal estado ya no está restringida por un cuerpo físico, su mente sigue las instrucciones más fácilmente. Grandes beneficios pueden fluir si podemos guiarlo junto con pensamientos virtuosos.
El momento más propicio para ayudar al difunto es durante los cuarenta y nueve días del Bardo, especialmente los primeros veintiún días. En estas primeras tres semanas, el difunto tiene una conexión relativamente fuerte con la vida que conocía antes de morir y, por lo tanto, es más receptivo a la ayuda de la familia.
La forma más efectiva de liberación trascendental para el difunto es recitar "Namo Amitabha Buddha". Oramos por nuestros seres queridos con "verdadero amor" y "sinceridad". Así como el fuego quema y el agua apaga la sed, el Buda Amitabha aparece tan pronto como se le llama. Cuando se invoca al "Buda Namo Amitabha", la inmensa luz del Buda Amitabha impregna inmediatamente el "cuerpo y la mente" del difunto, quien será completamente "purificado" y liberado del estado confuso y doloroso en el que se encuentra. y una "paz" duradera y es "recibido" en la Tierra Occidental de la Bienaventuranza.
Cuando pensamos en nuestros seres queridos fallecidos y mencionamos sus nombres, les enviamos nuestro amor recitando "Namo Amitabha Buddha" tantas veces como deseemos. La "conciencia" de los difuntos puede percibir nuestros pensamientos sin ningún impedimento e independientemente del idioma que se utilice. Por lo tanto, la persona que instruye al difunto debe ser sincera y concentrada en lugar de simplemente leer el texto del rito del libro. Esto es de suma importancia. Al mismo tiempo, el difunto vive en la realidad de la muerte y es más capaz de discernir la verdad [de la liberación de Amitabha] que nosotros. La liberación trascendental del difunto no se limita a cuarenta y nueve días después de la muerte. Aunque la persona a la que queremos ayudar fallezca hace 100 años, sigue siendo útil realizar el rito de “liberación trascendental” a través de la recitación de Amitabha. Nunca es demasiado tarde para ayudar.
¡Namo Buda Amitabha!
(Traducido por el equipo de traducción de la escuela Pure Land; editado por el jefe de familia Fojin)
Traducido al español por Chijo Cabanelas
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