Aquellos iluminados por la Luz, dice el Buda,
Están libres de "existencia" y "no existencia".
Refugiémonos en la Iluminación Igualitaria (Jodo Wasan 3).
Generalmente se describe al Buda en términos físicos como un cuerpo glorioso con treinta y dos marcas de excelencia. Esto muestra que es un ser sobrehumano que posee poderes trascendentes. También leemos en las escrituras que el Buda se distingue de otros seres porque tiene dieciocho cualidades especiales. Desde el punto de vista del Mahayana, las características esenciales del Buda se describen en varios términos. Según el Sutra del Nirvana, el Buda tiene tres virtudes: el cuerpo del Dharma (dharmakaya), la sabiduría trascendente (prajna) y la liberación (vimukti).
El Cuerpo del Dharma es el cuerpo esencial del Buda, que está eterna y universalmente presente, inmutable y resplandeciente con luz pura. Ontológicamente, el Cuerpo-Dharma es la esencia última de todo lo que existe. Trasciende todos los fenómenos y, al mismo tiempo, los abraza sin dejar nada ni ningún ser fuera. El Cuerpo-Dharma es, en otras palabras, la totalidad de todas las existencias, indivisible y completo en sí mismo.
La segunda virtud, prajna, es la sabiduría de conocer la realidad última. Dado que la realidad última está más allá del alcance del conocimiento basado en las diferenciaciones sujeto-objeto, la verdadera sabiduría intuitiva en el conocimiento de la realidad última es una sabiduría o percepción sin objeto que penetra hasta la raíz de la existencia en la que no hay confrontación sujeto-objeto. 'La verdadera sabiduría', dice T'an-luan, 'es no saber; porque no sabe, es omnisciente ». La primera y la segunda virtudes son inseparables. El Cuerpo-Dharma es la realidad última percibida intuitivamente solo por prajna, y cualquiera que lo obtenga se da cuenta del Cuerpo-Dharma.
La tercera virtud describe el estado de completa libertad. Es la liberación de toda esclavitud kármica y los estados dolorosos resultantes de la existencia en el Samsara. Es la consecuencia natural del logro de prajna.
Los primeros tres himnos del Jodo Wasan son relevantes para estas tres virtudes del Buda Amida. Después de alabar su Cuerpo de Dharma y Sabiduría Trascendente en el primer y segundo himnos, Shinran ahora glorifica la virtud de Liberación de Amida. Es digno de mención especial que las tres virtudes se presentan en el símbolo de la Luz, que tiene el poder de destruir nuestras ilusiones y despertarnos a la realidad.
Primero se percibe que la Luz de la Liberación revela nuestro apego profundamente arraigado a la "existencia". Inconscientemente nos aferramos a nosotros mismos como si realmente existiéramos. De este apego surgen todo tipo de nociones erróneas sobre el yo y las cosas en general, que conducen a una implicación emocional más profunda en ellas y a diversas ofensas kármicas. Los puntos de vista nihilistas también van en contra de la realidad última. Son tan falaces como las "visiones de la existencia", porque se basan en el apego a la forma negativa de existencia.
"La igualdad es la naturaleza esencial de las cosas existentes", dice T'an - luan. Al disolver la visión dicotómica de existencia y no existencia, de la Luz de Amida que nos lleva a la realización de la realidad última y nos lleva a una forma de vida verdaderamente significativa.
Extraído de: Amida el Infinito- Capitulo 3- de Zuio H. Inagaki
nembutsu.info
Traducida al español por Chijo Cabanelas
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