La inteligencia, la posición social, las raíces y las disposiciones de todos son diferentes. En un terreno circunstancial, hay hombres y mujeres, viejos y jóvenes, renunciantes y laicos. En lo que respecta a Nianfo, todas estas diferencias son irrelevantes. Todo el mundo debería practicar Nianfo de acuerdo con sus raíces y disposiciones: recite el nombre de Buda a menudo si tiene tiempo, menos si no lo tiene. Una cosa que todos hacemos igual es Nianfo tan frecuentemente como nuestro tiempo lo permita.
Aquellos que están en paz consigo mismos pueden mantener una mente relativamente ecuánime con el Nianfo. Los que no pueden, pueden lanzarse a un aleteo de pensamientos engañosos. No importa. Es natural que nos encontremos con diferentes mentalidades, ya que cada uno de nosotros tiene sus propias capacidades inherentes. Es el Buda quien nos está instando, rogándonos que Nianfo nos lleve a su Tierra de Bienaventuranza Suprema para convertirnos en Budas. No le importa si nuestras raíces y virtudes son superiores o inferiores mientras recitemos su nombre. Centrémonos en Nianfo y aspiremos a renacer en la Tierra de la Dicha Suprema. Nunca renuncies.
Dice el Maestro Shandao:
Quien sea capaz de recordar al Buda hasta el final de su vida,
Renacerá en su Tierra de la Dicha Suprema.
De diez personas que lo hacen, diez renacen, de cien personas que lo hacen, cien renacerán a su tierra.
Esta declaración es breve pero categórica y resueltamente clara y decisiva sin ninguna ambigüedad. Una mirada nos hará sentir a gusto y tranquilos.
En su Comentario sobre el Tratado sobre el Renacimiento en la Tierra Pura , el Maestro Tanluan explica “ desear renacer en mi tierra ” del Decimoctavo Voto en el Sutra de la Vida Infinita de esta manera:
Todos los que deseen renacer renacerán en la Tierra de la Bienaventuranza Suprema.
La interpretación del maestro combina la esencia del Decimoctavo Voto y su Cumplimiento en el sutra.
El Decimoctavo Voto es el voto de causa y razón que el Dharmakara Bodhisattva proclamó en su tierra causal. Al convertirse en Buda Amitabha, cumplió todas sus promesas. Por lo tanto, el maestro declaró: " Todos los que deseen renacer renacerán en la Tierra de la Bienaventuranza Suprema ". Esta breve declaración, como la del Maestro Shandao, es resuelta y decisiva, clara y segura, sin ambigüedades.
El Maestro Tanluan también afirma:
El Sutra de la contemplación dice: Incluso aquel que cometió las cinco transgresiones abominables o las diez ofensas más perversas, poseyendo la base moral más perversa, renacerá en la tierra de Buda.
No significa necesariamente que sus malos karmas deban llevarlos al infierno de Avicci; a través de Nianfo, estos malhechores pueden renacer en la Tierra de la Dicha Suprema.
Estas declaraciones describen los grandes votos compasivos del Buda Amitabha. No tienen la intención de alentarnos a cometer actos malvados. ¡Absolutamente no! El Buda entiende que nosotros, los mortales inicuos, llevamos nuestras acciones kármicas y sufrimos las consecuencias en el samsara, vida tras vida. Él quiere ver que todo esto termine. Por lo tanto, un budista que puede entender la compasión del Buda no crearía deliberadamente malos karmas al cometer transgresiones repugnantes. Incluso si lo hiciera, siendo de buen corazón, llenaría su mente de remordimiento y vergüenza.
Además, el Maestro Tanluan afirma:
Si uno escucha la tierra pacífica y tranquila de la dicha, y un pensamiento de renacimiento brotará en su mente,
Nacerá en esa tierra, entrando en el estado de no retroceso e iluminación asegurada .
Estos versos bien dichos son simples y claros, asegurándonos que en quienquiera que escuche y perciba la Tierra de la Bienaventuranza Suprema como un reino sereno y sublime, inmaculado y pacífico, surgirá un deseo de renacimiento. Tal persona definitivamente renacerá en esa tierra y, en ese momento, se convertirá en un bodhisattva, un paso en el camino hacia la iluminación perfecta.
Aquí hay otra declaración del Maestro Tanluan:
Los mortales, cuya mente está llena de aflicciones,
También puede nacer en la Tierra de la Dicha Suprema,
Ningún karma de los tres dominios puede atarlos,
Alcanzar el nirvana sin cortar las aflicciones.
¡Qué increíble es!
Los mortales, por definición, son seres enfadados y afligidos. Pertenecen al samsara de tres dominios y seis reinos; de ninguna manera pueden escapar sin primero cortar todos sus karmas malignos, y mucho menos renacer en la Tierra Pura. Sin embargo, el poder de los votos del Buda Amitabha puede liberarlos de sus ataduras kármicas y llevarlos a su Tierra de Bienaventuranza Suprema. Se beneficiarán del mérito del nirvana en la Tierra Pura. Por eso dice el Maestro: “Alcanzar el nirvana sin cortar las aflicciones.”
Este tipo de poder y eficacia de Nianfo es realmente increíble e inconcebible, algo que ninguna mente humana puede comprender, ni siquiera los sravakas, pratyekabuddha o bodhisattva, porque es el reino de Buda. Tampoco los lenguajes humanos pueden describirlo. Todo lo que podemos hacer es aceptarlo incondicionalmente; si intentamos entenderlo, encontraremos “palabras perdidas, pensamientos que se desvanecen”.
Es la ley del karma la que nos mantiene en el samsara. Entonces, ¿Cómo podemos no estando libres de apegos kármicos, nacer en la Tierra Pura? Se debe enteramente al Nianfo que induce el poder de los votos de Buda, aunque no nos hayamos liberado todos nuestros apegos. Además, los recitadores adquirirán los beneficios del nirvana y avanzarán al rango de bodhisattvas, los llamados “bodhisattvas terrenales”.
Las declaraciones anteriores del Maestro Shandao y el Maestro Tanluan explican el “ desear renacer en mi tierra ” del Decimoctavo Voto. Para nosotros, el renacimiento es el único propósito de la vida; es nuestra resolución final que nunca puede ser comprometida. Como nos dice el Buda Sakyamuni: “La posibilidad de recuperar un cuerpo humano es escasa”; una vez que lo perdemos, lo más probable es un renacimiento en los tres reinos miserables.
(Traducido por el equipo de traducción de Pure Land School; editado por Kevin Orro (Fozhu)
Traducido al español por Chijo Cabanelas
Extraído de: https://www.purelandbuddhism.org/pe/429
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