miércoles, 20 de noviembre de 2019

La Tierra Pura: Orígenes- India China y Japón


Trataremos en un breve texto, de ver algunas originales ideas sobre el origen del culto a Amitabha. Obviamente, no pertenecientes a practicantes de la escuela de la Tierra Pura, sino mas bien a estudiosos e historiadores. si bien soy practicante, no esta de mas, conocer la visión de historiadores, que se encuentran totalmente al margen de la fe, en algunos casos.
Namo Amitabhaya o Namo Amida Butsu, "en nombre del Buddha", acompañado por la creencia en la salvación para todos mediante la fe en Amida, porque la naturaleza budica esta presente en todo y porque de hecho todos y cada uno están siempre indisolublemente unidos.
ERNEST WOOD
ZANIA diccionario esotérico Kier.

"El salvador como objeto de fe -reflexiona Shugaku Yamage (citado por B. L. Suzuki), en su articulo: Amida como salvador del alma, Eastern Boddhist Vol. 1 N°2 -, se parece en cierto modo al Dios cristiano. Pero es la actitud de Amida frente al pecado lo que distingue a Amitabha del Cristianismo. El Dios de este ultimo es un Dios de amor y justicia, mientras que el Buddha es la misericordia misma y nada mas. En el mundo prevalece el principio del Karma y el Buddha Nunca juzga. El Dios del judaísmo fue representado por Cristo como el Dios del amor, sin embargo se le hace juzgar nuestros pecados e imponer los castigos correspondientes. Amida conoce únicamente la misericordia amorosa hacia todos los seres, deseando liberarlos del ciclo de nacimiento y del sufrimiento, en el que se encuentran. En Amida no hay ira.
Helena Petrona Blavatsky, señala que, siendo su significado "Luz sin Limites" (o "Esplendor Infinito" = amita + abha), el concepto primitivo ideal de una divina Luz impersonal ha sido antropomorfizado, para ser mas accesible a sus devotos.
Edward Conze -Breve historia del budismo, Alianza, Madrid 1983 - aclara que Amitabha, el ", Budha de la Luz Infinita" a menudo no esta demasiado diferenciado de Amitayus es la contrapartida del Dios Irani Zurvan Akaranak "Tiempo Ilimitado", de la misma forma que el culto de Amitabha estaba en deuda con el culto solar Irani y se origino probablemente en la frontera entre India e Irán durante el imperio Kushan.

También acusan los historiadores que fueron los comerciantes, en el transcurso de los viajes por el camino de la seda, que en intercambios entre budistas y cristianos, sincretizaron ideas entre budismo y cristianismo.

La escuela de Honen repite varias veces al día el Nembutsu, este Mantra es una especie de plegaria al Buddha, un acto de adoración o refugio en el, muy semejante a algunas formulas de rezo cristiano, la diferencia básica entre Honen y Shinran, es que la escuela de Honen pone mas énfasis en la recitación, mientras que la escuela de Shinran asegura que alcanza con pocas repeticiones.
Aquí deberíamos hacer un estudio psicológico mas profundo del Nembutsu, a nivel psicológico: Al repetirlo, se hace con el mismo ritmo, sonido y movimiento varias veces.
esto produce un cierto estado monótono de conciencia. Se toma conciencia de las cosas tan pronto como se tiene mas de dos objetos en ella. Si la conciencia esta ocupada por un solo pensamiento, esa conciencia -asegura Daisetz Teitaro Suzuki - equivale al inconsciente.
Cuando la conciencia contiene dos cosas, se toma conciencia de la conciencia. Esta bifurcación, sujeto y objeto, es necesaria para tener un conocimiento de la conciencia. Cuando la conciencia esta ocupada por un pensamiento, se pierde así misma; se vuelve inconsciente de la conciencia. Cuando se produce un movimiento rítmico, ya sea con sonidos o movimientos musculares, la conciencia alcanza un estado de uniformidad, igualdad o equilibrio, que corresponde al cuarto Jhana, alcanzado por el Buddha  cuando estaba a puno de entrar en el Nirvana.
Esta etapa es equivalente a la unidad de conciencia que se alcanza mediante la continua repetición del nombre de Amitabha o Nembutsu.
La doctrina Shin toma el aspecto objetivo de la realidad, y dice que la experiencia llama el Zen interna, procede de Amida, como si fuera algo externo. Los seguidores del Shin no son tan critico o filosóficos como los seguidores del Zen, pero cuando se les pregunta: "¿Donde esta vuestro Amida?, ellos responden: Amida es yo mismo y yo mismo soy Amida".

Origenes en India, China y Japón

India
Según recientes investigaciones, en los años iniciales del desarrollo del Budismo Mahayana, se  desarrolló la idea de que los Budas, en lugar de extinguirse, permanecían activos en el mundo para  ayudar a los seres atrapados en el sufrimiento. Los lugares en que permanecerían debían reflejar la  pureza de su propia sabiduría y de ahí la idea de Tierra Pura (Budhaksetra en sanscrito). Poco  después, un Buda particular, Amitabha, cristalizó especialmente en la conciencia popular. Se dice que en cierta ocasión, el Buda histórico explicó a su Discípulo Sariputra las bendiciones y  virtudes del Buda Amitabha y su Tierra Pura en lo que se conoce como el Sutra de Amitabha. Según  este Sutra, Amitabha, el Buda de la Luz Infinita, expone sus enseñanzas a muchos seres en un paraíso  llamado Shukavati, o paraíso occidental o del oeste. Durante la vida del Buda Sakyamuni, sus discípulos podían obtener respuestas a sus preguntas  directamente de él. Pero cuando el Buda se liberó de la existencia, sus seguidores no tenían manera de  consultarle directamente o cuidar de su cuerpo físico. Por ello se elaboró un sistema para contemplar  al Buda en sus mentes, mediante una visalización de los Budas de las diez direcciones, vistos tan  claramente como las estrellas de la noche. A partir de ahí se generó una práctica de repetición del  nombre del Buda. La idea central de repetir su nombre era la fe en renacer en la Tierra Pura del Buda.
China
La primera aparición de una creencia basada en Amitabha en China surge en 179 d.c. cuando
Lokakema tradujo el Pratyutpanna Sutra. Basado en este texto el monje  Hui Yuan (334­416) reunió a  un grupo de 123 estudiosos del templo Tung Li practicando la visualización de Amitabha juntos, con  la intención de renacer en la Tierra Pura. Su enfasis era en la visualización y no en la repetición del  nombre del Buda. El grupo de Hui­Yuan se convirtió con el paso de los siglos en la Escuela del Loto  Blanco. El nembutsu recitado fue primero una práctica entre otras, en las escuelas de la Tierra Pura en China  (Jingtu), donde se combinaba con la meditación y las visualizaciones de la Tierra Pura de Sukhavati.  Esta práctica estaba muy cerca del pueblo debido a su carácter simple y fácil. Esta práctica permitiría alcanzar el samadhi, encontrar al Buda y renacer en la Tierra Pura. Se  utilizaba al Buda como objeto de contemplación de modo que esa contemplación pudiera ser  alcanzada. En la concepción de Hui­Yuan existe una tierra pura de los fenómenos (una especie de  tierra de recompensa temporal) y una Tierra Pura del Noumeno o verdadera Tierra Pura del Buda, que  se alcanzaría a partir de la anterior. En la dinastía china Tang, el maestro Hui­Jih (680­748) retomó el renacimiento en la Tierra Pura del  Buda recitando su nombre. Hui­Jih consideraba que el Chan y la Tierra Pura debían practicarse   conjuntamente con la aspiración a renacer en la Tierra Pura. La veneración a Amitabha en China cobró tal importancia que desplazó a partir del siglo VII  la  veneración mayoritaria que había hacia el Buda tradicional Sakyamuni. Muchos estudiosos y pensadores en China establecieron una línea sincrética sgún la cual, las  enseñanzas de la Tierra Pura fueron compasivamente dadas por el Buda para gente sufridora que no  tenía el tiempo o la inclinación o el talento para seguir el camino a la iluminación en esta vida. Una  vez renacieran en la Tierra Pura, entonces estarían en perfectas condiciones para alcanzar la  iluminación. En ese momento realizarían que la Tierra Pura no era sino el mundo del sufrimiento pero  visto desde una perspectiva correcta y sabia. Se empleaban enseñanzas dualistas, como medio hábil  patra alcanzar el objetivo final. Esta aproximación se conoce como la “Western Direction Pure LandTierra Pura del Oeste. Tras la persecución del 845 d.c. solo unas pocas escuelas budistas permanecieron viables en China.  Chan y Tierra Pura debido a su portabilidad e independencia de los poderes políticos y económicos y  Tien­Tai por su identificación con el poder. En la dinastía Sung (960­1279) aparecen por primera sociedades de recitación a gran escala con miles  de miembros. También se desarrolló la práctica conjunta Chan­Tierra Pura por el maestro Yüng­ming  Yen­shou (904­975). Siglos después condujo a la práctica Nien­fo kung­an (o nembutsu en japonés)  promovida por Chung­fang Ming­pen (1262­1323) en la que el practicante mientras recitaba el  nombre de Amitabha periodicamente se paraba para reflexionar: ¿ quien es el que recita el nombre de  Buda? Otros maestros, sin embargo, se resistieron al sincretismo e insistieron en mantener la integridad de la  práctica de la Tierra Pura, por ejemplo Yin­kuang (1861­1940), que era contrario a cualquier lectura  psicológica del pensamiento de la Tierra Pura y defendía la autosuficiencia de la práctica y la  existencia literal de una Tierra Pura. Aunque a la práctica de la Tierra Pura en China se la suele denominar el camino fácil, en relación  a  los caminos difíciles de otras prácticas budistas convencionales de su tiempo, en realidad la práctica  concebida por los maestros chinos distaba mucho de ser fácil. Al contrario que posteriormente en Japón, donde sólo con mencionar el nombre de Amitabha uno  aseguraba su renacimiento en la Tierra Pura, la tradición china siempre defendió una constante
búsqueda de la purificación y empatización con la Tierra Pura y el Buda. El fin último era que en el  momento de la muerte se tuviera la mente enfocada en Amitabha y la Tierra Pura. Un descuido en ese  momento podría anular los resultados de años de práctica y causar el regreso al samsara. Los budistas chinos aceptan que la práctica de la Tierra Pura es como una póliza de seguro para  alcanzar la iluminación independientemente de la práctica concreta que se siga. La Tierra Pura en China nunca constituyó una escuela independiente de otras escuelas. En China, la  Tierra Pura era una propiedad común de todos los budistas chinos. Estrictamente hablando no hay una  escuela de la Tierra Pura en China, con una sede, con escrituras específicas y comentarios, y un linaje  continuado de maestros y discípulos. En China, no se consideraba que el esfuerzo personal no tuviera importancia, a diferencia de la  evolución que luego acaeció en Japón (s. XII), donde se propuso la dependencia total en el poder de  Amitaba (“el poder de lo otro”).  La tesis del budismo de la Tierra Pura en China sería la equivalente a la acción de un escalador (uno  pone su motivación y aspiración al servicio de generar bodhicitta). Sin embargo la visión de la Tierra  Pura en Japón sería asimilable a la acción de un ascensor ( a uno le suben o ascienden). En resumen, pues, el pensamiento y la práctica de la Tierra Pura permean todo el budismo en China y  son la fundación y el garante del camino hacia la Budeidad.
3 ­LA TIERRA PURA: Orígenes­JAPÓN
El maestro japonés Honen (1133­1212) fundó la escuela Jodo­shü (Tierra Pura) e hizo del nembutsu  su práctica única y fue quien transmitió el budismo de la Tierra Pura desde China a Japón en el siglo  XII. Su discípulo Shinran Shonin (1173­ 1262)(escuela Jodo Shinshü), desarrolló la escuela de la  Tierra Pura afirmándose en la salvación por la mera repetición del nombre del Buda. Este es el mantra  "Namu Amida Butsu" en japonés o "Namo Amito Fo" en chino.
3 a ­Honen
 A Honen (1133­1212) se le debe el tratado Senchakushu sobre los votos de Amitabha y un  testamento, «El juramento en una hoja», lchi mai kishomon, en el que declara:
«Los que creen en el nembutsu, incluso si poseen un conocimiento profundo de las enseñanzas dadas  por Sakyamuni en el curso de su vida entera, deben, como los hombres estúpidos que no conocen ni  una sola letra, o como las monjas ignorantes, y sin querer imitar a los sabios, invocar simplemente, de  todo corazón, el nombre de Amida»
(Extraído de Bouddhisme japonais, textes fondamentaux, trad. de G. Renondeau, Albin Michel, col.  «Spiritualités vivantes», París, 1965).
Honen Shonin enseñó que todos los esfuerzos autogenerados hacia la iluminación son manchados por
los apegos, por lo que uno deberá recitar el nembutsu (Recitación del nombre de Buda Amida), no  como un ejercicio contemplativo o como medio de ganar méritos, sino confiando totalmente, en el  voto de Buda Amida que llevará a todos los seres a la iluminación.
       3 b­ Shinran
En un tiempo en el que muchos budistas creían en la llegada de la así llamada "época de denegeración  del Dharma del Buddha" (en japones, mappo), una antigua profecía según la cual las enseñanzas  budistas se pervertirían hasta tal punto que la gente no podría ya practicarla por sí misma, el discípulo  de Honen, Shinran (1173 ­ 1262) llevaría las enseñanzas de su maestro al extremo. Esencialmente  enseñó que, dado que estamos corrompidos por la codicia, el odio y la ignorancia, no tenemos  posibilidad de alcanzar el despertar por nosotros mismos, sino por la gracia salvífica del Buddha  Amida. Por tanto, la recitación incesante del nembutsu no era tan fundamental como hacerlo con una  fe sincera e inquebrantable en el Voto Primordial.
El Tannisho, «El tratado que deplora las divergencias», fue compuesto por su discípulo Yuiembo. En  el sostiene y declara:
«Sabed que el voto de Amida no hace ninguna distinción entre viejos y jóvenes, buenos y malvados;  só1o la fe es necesaria. Esto es así porque este voto tiene el fin de salvar a los seres vivos cargados de  graves pecados y ardientes de pasiones. Desde entonces, si se tiene fe en el voto original, no hay  necesidad de otro acto de bien, pues ningún acto de bien sobrepasa el acto de fe del nembutsu»
(Extraído de Bouddhisme japonais, textes fondamentaux, trad. de G. Renondeau, París, Albin Michel,  «Spiritualités vivantes», 1965).
Shinran enseñó a sus seguidores de la escuela Jodo Shin (Verdadera Tierra Pura) que el nembutsu  debería recitarse antes bien como una  forma de gratitud que como una vía para alcanzar el  renacimiento en la Tierra Pura del Oeste.
La sola fe en el Buddha Amida conduce a un profundo despertar espiritual aquí y ahora, denominado  "shinjin", que corta de raíz y para siempre el que el practicante renazca y muera, a la vez que le  asegura nacer en la Tierra Pura y alcanzar allí la iluminación.
Shinran Shonin nació en la familia Hino, una rama del clan Fujiwara, su padre Arinori sirvió a la  corte. A la edad de nueve años, Shinran Shonin entró al templo Tendai del monte Hiei, donde pasó  veinte años de vida monástica practicando y estudiando el Dharma..
A la edad de 29, Shinran se trasladó a Kyoto y emprendió un largo retiro en el templo Rokkakudo,  para determinar su futuro. En el amanecer del nonagésimo quinto día, el principe Shotoku se le  apareció en un sueño. Shinran Shonin lo tomó como una señal de que debía encontrarse con Honen  Shonin.  Así, durante cien días diariamente asistió con avidez por aprender la enseñanza. Abandonó  su práctica Tendai y siguió a Honen Shonin en 1207.
En sus voluminosos escritos Shinran trata del problema de su propia decepción construida por el ego,  confesando honestamente sus temores, soledades y ansiedades.
Un edicto del gobierno en contra de la enseñanza del Nembutsu condujo a que algunos seguidores  fueran ejecutados y Honen Shonin junto con otros, incluyendo a Shinran Shonin, fueron desterrados  de la capital.  Shinran Shonin despojado del sacerdocio y con un nombre secular fue exiliado al norte  en Echigo en la costa del mar de Japón (Niigata). Por esa época se casó con Eshin­ni y formó una  familia. En el exilio se declaró  "ni monje, ni lego" y para la disciplina monástica escogió para el  mismo el nombre de Gutoku (tonto rasurado). Fue perdonado cinco años después pero decidió no regresar a Kyoto, y en 1214, a la edad de cuarenta  y dos años, se dedicó a difundir la enseñanza del Nembutsu durante veinte años dentro de la región de  Kanto, dando lugar a un gran movimiento entre los campesinos y samurais de clase baja.   Así, a los sesenta años comenzó una nueva vida, y regresó a Kyoto para consagrar sus últimas décadas  a escribir; no dio sermones, ni enseñó a discípulos, sino que vivió con sus parientes, mantenido por  los donativos de sus seguidores en Kanto. La mayoría de sus escritos provienen de este período  completando la mayor parte de su trabajo, popularmente conocido como Kyogyoshinsho. Compuso  cientos de himnos en los cuales interpretaba los escritos chinos, de manera accesible al común de la  gente de su país.
Shinran Shonin murió a los noventa años ("Todos los que renacen en la Tierra Pura viven una vida  eterna, sus almas se llenan del deseo de salvar a los hombres y se dedican a esa labor".)

Extraido de:
Budismo de la Tierra Pura
Tesina realizada por Kepa Fernández­Mendiola Luz Serena, Diciembre­2007

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